MOMENTOS

En el año 1999, estaba en mi último año de la facultad y mi madre estaba enferma. Sabíamos que posiblemente no nos acompañaría por muchos años más en este plano de la vida. En cuanto me enteré, a pesar de la angustia, me propuse terminar la carrera sí o sí, antes de que ella partiera. 

Estudiaba día y noche, sin descanso, con ese objetivo en mente: compartir esa alegría con mi mamá. Hacerlo fue mi forma de expresar mi gratitud por todo lo que había hecho. Fue una experiencia muy emotiva y uno de los recuerdos más hermosos que guardo.

"Cuando fui elegido intendente de Santa Lucía en 2011, era el intendente más joven y el único de la oposición. Muchos me decían que sería imposible llevar a cabo las transformaciones que soñaba. Sin embargo, me levantaba temprano cada mañana, hacía recorridos en camiones de limpieza con el personal, conversaba con los vecinos a diario y formé los mejores equipos de trabajo.

Esto es mi gran orgullo, porque Santa Lucía sigue siendo hoy un departamento ejemplar y querido por los vecinos.

Cuando tenía 17 años, decidí estudiar abogacía en Córdoba. Sabía que obtener un título universitario me abriría muchas puertas, pero no quería ser una carga económica pesada para mi familia. Por eso, decidí trabajar para cubrir algunos gastos.

Aprovechando que me llevaba muy bien con mucha gente y había hecho muchos amigos, conseguí trabajo como Relaciones Públicas en un boliche. A veces estaba muy cansado, pero sabía que ese esfuerzo daría sus frutos. Mirando hacia atrás, puedo decir que estoy orgulloso de todo el esfuerzo que realicé.